FOTOGRAFÍA BOUDOIR

¿En que consiste el termino boudoir en fotografía?

Para comprender bien un término fotográfico, en ocasiones no es cuestión de saber el significado literal de la palabra, si no que lo ideal es realizar un análisis etimológico de esta para conocer su historia, procedencia y uso.

Que boudoir signifique “tocador” en francés, no quiere decir que tenga que salir una chica posando sobre o junto a un tocador. Por lo que el significado literal, es poco relevante, al menos en este caso.

 

Etimología de la palabra boudoir

Según cuentan los libros de historia y las obras literarias, en la Francia del siglo XVIII y XIX, las casas y castillos de la alta alcurnia disponían de una sala llamada boudoir que servía para uso exclusivo de la mujer. En ella, la dama de la casa podía tanto invitar a sus amigas para compartir secretos e intimidades, como disfrutarla en soledad realizando cualquier menester de ámbito personal (asearse, maquillarse…), de ámbito artístico (pintar, escuchar música…) o de ámbito cultural (leer, escribir…). De ese modo también le servía para librarse del control masculino, pues el hombre no podía entrar a menos que ella misma lo invitase.

Por lo tanto, el termino boudoir, representa la libertad, intimidad y privacidad de la mujer dentro de esa estancia.

 

El boudoir interpretado por la fotografía

Pese a que a día de hoy tenemos infinidad de fuentes de información, solemos aceptar definiciones de un término sin pensar en si lo que se dice es totalmente cierto o no. En ocasiones porque la persona que lo escribe consta de buena reputación, otras porque lo contrastamos por encima con fuentes incorrectas o que proceden de la misma raíz y otras porque tratamos de interpretarlo a nuestro antojo.

El caso es que la libre interpretación, la ignorancia o el no documentarse bien, tienden a crear reglas incorrectas que con el tiempo confunden a la gente y acaban por imponerse como si fueran correctas. Ya lo dice el dicho “una mentira contada muchas veces, acaba pareciendo una verdad” y esto es lo que más daño le hace al boudoir.

 

Pero, ¿que hay de cierto y de falso en todas las interpretaciones de boudoir que corren por ahí?

Antes de empezar a detallar lo que debería ser y lo que no del estilo boudoir en fotografía, debemos tener claro lo siguiente; una cosa es permitirnos ciertas licencias y adaptar el término a la época actual y otra muy distinta es alejarnos del concepto que representa. Por lo tanto, no nos dejemos llevar por los comentarios que se centran únicamente en cosas superficiales y tengamos en cuenta el valor del verdadero significado.

 

Analicemos las partes más importantes y las que generan más controversia mediante las siguientes preguntas:
¿Qué atuendo es el correcto para la fotografía boudoir?

En realidad una modelo puede posar para boudoir tanto vestida, como en lencería, como desnuda. La ropa no altera el concepto. Demasiados son los rumores que asocian la fotografía boudoir con la lencería. Es más, a día de hoy, hay shootings denominados como boudoir y en realidad son simplemente de lencería ya que el boudoir es más una actitud de la modelo y lo que transmite la imagen que no lo que lleve puesto. Eso si, la lencería siempre goza de un toque más fino y mejor aceptado, de ahí que sea más recurrente.

¿Qué importancia tiene el posado y la mirada de la modelo en fotografía boudoir?

Este es el apartado más importante de la fotografía boudoir y del que menos hincapié se hace en todas las definiciones. Si el boudoir era una estancia en la que se gozaba de privacidad e intimidad, es lógico pensar que el posado de la modelo debe transmitir naturalidad y nunca debe ser un posado irreal, engarrotado o artístico. Dicho de otro modo, debe aparentar que no es consciente de que la estamos observando y actuar, en la sesión fotográfica, como si la observáramos a través de un agujero en la pared sin que ella lo supiera.

¿Por qué en el boudoir se intenta separar lo sensual de lo sexual?

Simplemente por mayor aceptación social. Para suavizarlo y alejarlo de otros estilos más provocativos, a posta, como puede ser la fotografía glamour.

Es sabido que el boudoir era un lugar donde perfectamente se podían tener relaciones sexuales, entre mujeres, mujer y hombre, etc. Por lo tanto, una fotografía boudoir no tiene porque siempre limitarse a una única mujer. Como tampoco debe eludir siempre los toques de sexualidad.

De modo que, la adaptación del boudoir a la fotografía, se ha realizado desde la suavidad y la sensualidad femenina. Algo que también es correcto y no altera la base del concepto.

¿Una cama es el mobiliario correcto para realizar una sesion de boudoir?

El boudoir era una sala que solía estar cerca o junto al dormitorio. Su mobiliario constaba de tocadores, sillas, divanes, mesitas, escritorios, cajoneras, etc. Curiosamente la cama no era uno de los muebles que aparecía en estas estancias, para eso estaba el dormitorio.

Por lo tanto, una de las licencias más permitidas al trasladar el boudoir a la epoca actual, es la de substituirlo por otro tipo de habitación con carácter de intimidad, como por ejemplo el dormitorio o el cuarto de baño. Y de este modo, aumentar la creatividad usando camas o bañeras, que siempre dan mucho juego a la fotografía.

 

En resumen:

En definitiva, la fotografia boudoir, no debe limitarse a un tipo de ropa determinado, ni asociarse a un tipo de mobiliario en concreto, ni descartarse por transmitir sexualidad, ni deja de serlo por tener mejor o peor gusto.

Lo que debe transmitir, es naturalidad, privacidad, intimidad y libertad de la mujer que esta en una estancia sin ser consciente que esta siendo observada.

Asi que a partir de aquí, que cada uno haga volar su imaginación y aplique el boudoir siendo consciente de su verdadero significado.

 

©Juan Antonio García